Hotel La Semilla, Nuestra Historia de Amor

Estamos felices de compartir este hermoso artículo, publicado por primera vez en chiccollection.com. Creemos que es un maravilloso recuento de nuestra travesía.

Al pasear por Hotel La Semilla México, si se detienen en la recepción, notarán un mensaje discreto que se muestra en el escritorio de la computadora, el cual dice ‘There is beauty in simplicity’ (Hay belleza en la simplicidad). Para este pintoresco hotel boutique, localizado a una cuadra de las azules playas de Playa del Carmen, el significado de esta frase es poderoso. Mientras se observa la decoración inspirada en lo vintage, con paredes de revestimiento, y la ausencia de colores vibrantes y ruido, se puede percibir un ambiente relajante y sorpresivamente distante de la fiesta que puede encontrarse a unas cuadras de distancia.

Todo Comenzó con un Sueño

Hotel La Semilla México es como un retiro. Fue cuidadosamente construido y conceptualizado por sus dueños, la pareja Alexis Schärer y Angie Rodríguez. La historia de Hotel La Semilla México, es la historia del amor y la pasión que se tienen el uno por el otro, y que se traduce en una pasión por el hotel que han creado. En su visión, La Semilla, sería un lugar al cual llamar hogar. Y lo que diferencia a La Semilla de otros Bed and Breakfast, es que aquí son recibidos con un servicio de cinco estrellas, y una impecable atención al detalle que proviene de un fuerte historial de hospitalidad que la pareja comparte.

Angie y Alexis se conocieron mientras ambos trabajaban en el Hotel Plaza Athénée en la ciudad de Nueva York, y fue amor a primera vista. Desde el inicio de su relación, soñaron con ser dueños de un hotel algún día – un hotel cerca del mar. Poco sabían de los giros y las vueltas que da la vida, que los llevaría a Playa del Carmen a abrir su visión de un hotel boutique perfecto.

Alexis creció en un ambiente hotelero. Él viene de un largo linaje de hoteleros, su padre quien fuera gerente general de varias propiedades, hizo que la familia viviera en hoteles durante casi toda la vida de Alexis. Esto le permitió a Alexis desarrollar un buen ojo para el detalle, un conocimiento profundo de la experiencia del huésped, y un fuerte afecto por la hospitalidad. Todas estas cosas que él tradujo hermosamente en las fibras de Hotel La Semilla México.

Cuando Alexis conoció a Angie, comenzaron a fantasear acerca del hotel que iban a tener un día. Durante los viajes de la pareja alrededor del mundo, siempre tomaban nota de los detalles que admiraban de los lugares que visitaban: recuerditos, fotografías, y libretas llenas con notas. Años después de haber dejado Nueva York, Angie siendo mexicana, desarrolló un fuerte deseo de regresar a casa, y sin mucho problema convenció a Alexis a mover a su creciente familia a Playa del Carmen. Ambos empezaron a trabajar en hoteles del área, hasta que un día Alexis supo que era el momento de tomar el riesgo y empezar a cumplir su sueño de convertirse en hoteleros.

Tropiezos en el Camino

El camino para abrir Hotel La Semilla México, no fue el más fácil. El padre de Angie – versado en finanzas y contabilidad – le ofreció a la pareja asistirlos durante el desarrollo del plan de negocios. Pero este falleció trágicamente durante las primeras etapas del proyecto. El camino de apartarse de la estabilidad de trabajar en hoteles de gran renombre, era aterrador para Angie y Alexis, quienes tuvieron dos hijos en esa época. Pero las aguas turbulentas no les impidieron avanzar. Cuando estaban buscando el lugar para el hotel, Alexis señaló un edificio de departamentos y le dijo al agente inmobiliario: ‘Me gustaría un edificio como ese’. Para su suerte, ese edificio acababa de salir a la venta esa misma mañana. Y así comenzó el proyecto.

Angie, con un buen ojo para el diseño, resolvió que todos los muebles en el hotel deberían ser antigüedades restauradas y reutilizadas. Pasaron meses recorriendo los mercados de la Ciudad de México, para reunir la apariencia auténtica de la propiedad; la inspiración la tomaron de las viejas haciendas de México que daban un sentimiento hogareño. Esta aura de acogimiento, es una de las mejores cualidades de Hotel La Semilla México. Hospedarse aquí es como estar en casa, pero mejor. La fragancia de los lirios blancos dan la bienvenida mientras asciendes las escaleras para encontrar las habitaciones, un pequeño paquete de chocolates te recibe en tu cama, con una nota diciendo que el chocolate era consumido únicamente por los reyes durante la época Maya, el desayuno de huevos frescos, croissants, y una mermelada de frutos de la pasión hecha en casa – son todas señales de que estas en un lugar cómodo y especial.

Como Alexis y yo hablábamos durante sus aventuras en la creación de  Hotel La Semilla México, es claro que él ha alcanzado el éxito que siempre soñó con esta propiedad. Para él, el éxito es: ‘hacer algo bien y con pasión’, pero teniendo la suficiente libertad de pasar tiempo con la familia. Esto, mientras tiene planes de expandirse a Tulum con una segunda propiedad el año que entra, él y Angie no planean ir más lejos.

‘La idea es crear un estilo de vida, es por eso que escogimos entrar en el negocio por nosotros mismos.’

El estilo de vida que Alexis y Angie tienen, es uno que causa envidia a quien sea, y su historia de éxito sirve de recordatorio de que todo es posible con trabajo arduo, pasión y priorizando correctamente.