“La meditación y el agua están fundidos para siempre.”
–Herman Melville
No hay una conexión más profunda del agua con la vida que a través del océano. La meditación es un estado de conciencia sin pensamiento. Un momento para detenerse, descansar tu mente y pensamientos, y para alcanzar una verdadera forma de paz. Un momento para concentrarte en ser más sensible y atento.
Meditar te permite experimentar la verdadera felicidad como resultado de la paz que – posiblemente- obtendrás.
¡La belleza de la meditación es que no tiene reglas! Haz lo que más te acomode. Busca un momento enfocado, atento y en silencio para ti mismo.
Por las mañanas tu mente se aclara. Alcanzando un estado de pensamiento pacífico, esta sensación de claridad te puede acompañar por el resto del día.
La meditación durante la tarde alivia todas las tensiones que hayas acumulado durante el día y te ayuda a estar mentalmente preparado para afrontar el resto del día!
Meditar por la noches te puede ayudar a procesar todos tus pensamientos y experiencias del día y prepararte para una noche de descanso pacífico.
¿Por cuánto tiempo deberías de meditar? ¡Tú dinos! Haz lo que más te convenga. Prueba empezando tus sesiones por lapsos de 2 a 3 minutos y trabaja hasta llegar a los 10 minutos – tal vez un poco más o un poco menos – Pero, ehhh, ¿quién está contando?
Cualquiera de nuestras propiedades te permitirá experimentar momentos de absoluta paz y fusión con la naturaleza, un espacio único para estar contigo mismo. ¡Disfruta!