“La transformación es un viaje sin destino final” –Marilyn Ferguson
Cuando viajas, naces de nuevo constantemente y te identificas con formas de vida que no sabías que podían existir. Creces en condiciones que te obligan a pensar de manera diferente. Cuando viajamos, tenemos la oportunidad de encontrar oportunidades de transformación, de formas que no son posibles en casa.
Viajar solo, o incluso en grupo con otras personas, es un nuevo comienzo. Te da la oportunidad de encontrar lo que es realmente importante para ti y lo que no lo es. Entre contemplar las hermosas vistas de Playa del Carmen o navegar a través de la Bahía de Soliman, tendrás tiempo libre para volver a tu esencia. Cuando llegues a casa, es más fácil deshacerte de los patrones o piezas de tu vida que te mantenían estancado y abrazar los que te traen alegría.
Foto @danielaremondinoph
Todos buscamos momentos transformadores, los momentos que nos acercan un poco más a convertirnos en las personas que esperamos ser. En nuestras dos propiedades encontrarás esta auto transformación, reconectando con tus valores y propósito en la vida.
La mejor manera de cultivar una conexión más profunda con la naturaleza es involucrarse más en ella. La naturaleza da sus dones gratuitamente y somos recompensados con un respeto más profundo por el mundo y los que están en él. Un paseo por la naturaleza puede hacer fluir tu creatividad, ayudarte a despejar la cabeza o darte la sensación de paz interior que tanto necesitas.
Conectarnos con la naturaleza para cuidarnos a nosotros mismos y a la tierra es fundamental y reconfortante. Sentir el sol en la cara y respirar el aire fresco que tanto necesitamos puede ayudarnos a sentirnos vivos, inspirados y nos ofrece una oportunidad única de experimentar aventuras de forma auténtica y natural.